Desde el torneo del año pasado y que fue completado en una ‘burbuja’ en el complejo deportivo de Walt Disney World en Orlando, la NBA ha optado por celebrar un torneo de play-in para cuadrar su panorama de clasificación a los playoffs.

El concepto de play-in, nombre en inglés, pudiera traducirse como un fase de juego por entrar al cuadro de la postemporada. En un sentido, sería ciertamente un equivalente de lo que es la temporada regular. La diferencia, sin embargo, estriba en que ofrece una segunda oportunidad a los equipos que terminen la fase clasificados en los puestos nueve y 10 de las respectivas conferencias, posiciones que en antes del torneo del 2019-2020 quedaban eliminados al cierre de la temporada regular.

¿Cómo así? Bueno, el nuevo sistema de clasificación en la NBA clasifica directamente a la postemporada a los mejores seis equipos de cada conferencia en contraposición a los ocho que clasificaban antes.

Para resolver los últimos dos puestos de clasificación, la NBA ahora celebra una serie de partidos para definir el séptimo y octavo clasificado de cada conferencia. En los mismos, los equipos que hayan terminado en la séptima y octava posición juegan un partido entre sí para definir el séptimo clasificado, teniendo el perdedor que jugar ante el ganador de un partido entre el noveno y décimo clasificado por el octavo y último boleto de cada conferencia.

En esencia, la fase de play-in presentará tres juegos por conferencia para definir los últimos clasificados a la postemporada. Antes de llegar a la etapa, sin embargo, habrá motivado a los equipos a dar lo mejor por buscar ubicarse entre los mejores seis con tal de no correr el riesgo de quedar eliminado en un solo juego, y a los que quedaron fuera de contienda por los mejores ocho a seguir luchando por posicionarse entre el noveno y décimo puesto en lugar de tirar el resto de su temporada a perder.

La acción de esta fase comienza hoy.